
Aprovechando las guerras civiles que asolaban a Francia, el 30 de abril de 1650 se pactó el auxilio de fuerzas navales y terrestres españolas para hostigar las tropas del cardenal Mazarino, máximo enemigo de Felipe IV, y forzar así una paz general favorable a los intereses españoles. Pero Burdeos terminara capitulando el 30 de julio de 1653, siendo ocupado poco después por las tropas reales del por entonces joven rey Luis XIV.
Órdenes expresas de Felipe IV hicieron que zarpara con premura de Cádiz con rumbo a las costas francesas con la misión no ya de auxiliar a Burdeos, sino al menos de propinar un buen golpe al enemigo, la Armada del Mar Océano, que aunque muy reducida en efectivos con respecto a épocas anteriores, pudo estar disponible para la nueva misión. La mandaba el III marqués de Santa Cruz de Mudela, Mauro Álvaro de Bazán y Benavides, nieto del gran don Álvaro. Constaba de ocho navíos de guerra, otros tantos brulotes o buques incendiarios y las consabidas unidades ligeras, que tendrían un protagonismo especial en las someras y complicadas aguas fluviales.

Al marqués de Santa Cruz se le ordenó atacar la flota francesa del Gran Almirante Duque de Vendôme,

al desconocer su posición exacta y las dificultades de navegación, se ordenó el desembarco de la infantería de marina. Llevaba la vanguardia el Sr. D. Melchor de la Cueva y el Sr. Duque de Veragua y llegados a la ría de Burdeos embistió por la parte del dicho caño y el Sr. D. Francisco de Meneses por la parte de abajo, desembarcando los tercios de infantería de marina. Los franceses trataron de huir desamparando las galeras y demás bajeles y asimismo la villa de Mortagne, los nuestros fueron siguiendo a los franceses hasta embolsarlos en las montañas circunvecinas y no se pasó más adelante porque el Príncipe de Marsi mandó que se hiciese alto, reparando en que los enemigos nos podían hacer algún daño en lo estrecho de los montes, por tiempo de seis horas.

En este tiempo no se descuidaba el Sr. Marqués de Santa Cruz por la parte de la ría, pues cogió las dichas tres galeras y siete bergantines que los enemigos tenían en la boca del caño, y las incorporó a nuestra Armada, y quemó más de 30 navíos, saetías, barcos longos y otras embarcaciones menores que estaban dentro del dicho caño, las cuales no se pudieron sacar por estar baja la mar y ser ya muy tarde

Bibliografía consultada:
- Revista General de Marina
- Historia Marítima Española. Francisco Javier Oubiña Oubiña.
- Enciclopedia General del Mar.
- Wikipedia. https://es.wikipedia.org.
- https://www.pinterest.es
- http://armada.mde.es/ArmadaPortal/page/Portal/ArmadaEspannola/conocenos_historia.
- Diversos foros como:
- foro.todoavante.es
- foro.todoababor.es
- https://foronaval.com
- https://blogcatedranaval.com
- spanishnavalhistory.blogspot.com
- https://vadebarcos.net
- http://www.mapasilustrados.com
- http://www.hispanismo.org
- http://www.navalaction.com