
Un asalto por parte de fuerzas franco-españolas para retomar Roca del Diamante, enclave estratégico situado en la bahía de Fort-de-France y ocupado por fuerzas británicas.
El comodoro Samuel Hood se dio cuenta que ocupando Roca del Diamante le permitiría a los ingleses tener el control sobre los barcos que se aproximaran a los puertos de la zona oeste ya que debido a las corrientes que imperaban alrededor de la isla, las naves necesariamente debían pasar cerca de Roca del Diamante.

Con el asentamiento británico firmemente establecido en Roca del Diamante, el comodoro Hood zarpó con el HMS Centaur y los franceses vieron un oportunidad de atacar. Cuatro barcazas con soldados franceses se hicieron a la mar por la noche sin que los propios ocupantes estuvieran muy convencidos de sus posibilidades. Exhaustos por el estado de la mar llegaron hasta la roca pero no fueron capaces de vencer las fuertes corrientes que les devolvieron a mar abierto. Los franceses consiguieron volver sanos y salvos a Martinica y los ingleses no se enteraron del intento de asalto hasta varios días después.
Como intentar el asalto de día era imposible pues les hundirían con los cañones y desalentados por el fracaso de la expedición, los franceses no volvieron a intentar ningún asalto desde Martinica. Mientras, los británicos, dedicaron su tiempo a atacar e interceptar los barcos que se aproximaban a la costa de Martinica interrumpiendo el comercio.
En mayo de 1805, diecisiete meses después de que los británicos ocuparan la isla, una gran flota francesa llegó a la bahía de Fort-de-France manteniendo a su paso un breve intercambio de fuego con los ingleses de Roca del Diamante.
A la flota francesa bajo las órdenes del vicealmirante Villeneuve se le unió a los pocos días una flota española comandada por el general Federico Gravina.

Los aliados no tardaron mucho en descubrir que la cisterna principal construida por los ingleses en la roca llevaba meses sin recibir agua debido a una brecha provocada por algunos temblores de tierra y que se fue haciendo más grande por culpa de las vibraciones de los cañones. En la cisterna apenas quedaba agua para un par de semanas y un férreo bloqueo a Roca del Diamante impuesto por la flota combinada impedía que llegaran víveres frescos a la isla.

La flota franco-española transportaba un gran número de soldados enviados expresamente por Napoleón Bonaparte para hostigar y atacar las posesiones británicas en El Caribe. Villeneuve, sin embargo, dijo no tener claras cuáles eran sus órdenes por lo que decidió mantenerse fondeado en Fort-de-France en espera de que se les uniera otra flota francesa mandada por Honoré Ganteaume, ignorando que Ganteaume permanecía bloqueado en Brest. Por dos semanas se mantuvo Villeneuve en la bahía hasta que finalmente, persuadido por otros oficiales, decidió usar sus fuerzas para atacar Roca del Diamante; eligió al capitán Julien Marie Cosmao-Kerjulien del navío francés de 74 cañones Pluton para comandar la expedición formada por, además del Pluton, el 74 cañones Berwick, el 36 cañones Sirène, una corbeta, una goleta, once cañoneras, y entre 300 y 400 hombres.

La flotilla abandonó la bahía el 29 de mayo pero no consiguieron una posición a barlovento propicia para el ataque hasta el 31. Mientras, el capitán inglés, consciente de la abrumadora superioridad de las fuerzas atacantes y viendo imposible defender el nivel inferior, inutilizó los cañones destinados a defender un desembarco, hundió las barcazas y trasladó el resto de sus fuerzas a los niveles superiores para defenderse desde allí del ataque inminente.

Desde los barcos españoles San Rafael, Argonauta, España y Firme partieron cuatro cañoneras siendo las tropas españolas las primeras en tocar tierra y desembarcar bajo un intenso fuego enemigo. Desde los barcos de la flota se inició un fuerte cañoneo contra la roca para proteger a la infantería que trataba de llegar a los niveles inferiores perdiéndose en la operación tres cañoneras y dos barcazas de remos que transportaban soldados. Sin embargo, las fuerzas atacantes cometieron el negligente descuido de no levar escalas para trepar por los altos acantilados de roca viva. A pesar de todo, las tropas inglesas quedaron sitiadas en la parte superior y el 2 de junio, sin munición, sin apenas alimentos ni agua y exhaustos, el capitán inglés comenzó las negociaciones para su rendición. Finalmente, el día 5 de junio, el capitán Maurice accedió a rendir Roca del Diamante. Las condiciones de la rendición fueron que los oficiales mantendrían sus espadas, que seguirían bajo sus órdenes y que tras llevarlos a Fort-de France serían todos repatriados a un asentamiento británico en cuanto fuera posible.

Las bajas británicas en batalla fueron de dos hombres muertos y un herido, mientras que por la parte franco-española las versiones son dispares. Mientras que los ingleses las estimaron en unas 70 bajas, el comandante francés de las fuerzas de desembarco hizo un «cálculo apresurado» de unas 50. Aparte, los ingleses hundieron cinco barcazas y provocaron varias víctimas en los barcos de guerra durante el bombardeo. El capitán y sus hombres abandonaron la roca la mañana del 6 de junio y fueron embarcados en los barcos Pluton y Berwick.
NAVÍOS FRANCESES:
Pluton (1805)

Navío de dos puentes y 74 cañones, en Trafalgar llevaba 78, construido en Tolon. Desplazaba 2.900 T.
Pertenecía a la clase Temeraire, con una eslora 55,87 m, manga de 14,90 m y calado de 7,26 m. Con 755 hombres.
Al mando del capitán Julien Marie Cosmao-Kerjulien.
Berwik (1795)

Navío de dos puentes y 74 cañones, construido en Porsmouth. Desplazamiento 1.622 T. Capturado a los ingleses.
Clase Elizabetht, con una eslora 51,40 m, manga de 14,30 m y calado de 5,50 m. Con 814 hombres.
Sirène (1775)

Fragata de 36 cañones, famosa por su diseñador, el célebre arquitecto naval Fredrik Chapman. En lo referente a los esquemas, todos los cálculos para su construcción y la resistencia hidrodinámica provienen del libro ARCHITECTURA NAVALIS MERCATORIA de Chapman, publicado en Estocolmo en el 1768.
NAVÍOS ESPAÑOLES:
Argonauta (1798)

El Argonauta era una navío de línea de dos puentes, con 80 cañones, pertenecía a la clase Montañés y también fue construido en El Ferrol, botado en el año 1.798.
Tenía 53,47 m de eslora, 14,44 m de manga y calaba 7 metros. Llevaba a bordo a 798 hombres.
Armado con 80 cañones:
- 30 cañones de a 24 libras
- 32 cañones de a 18 libras
- 14 cañones de a 8 libras
- 4 obuses de 18 libras
San Rafael (1771)

Navío de línea de dos puentes, con 80 cañones, pertenecía a la clase San José y fue construido en la Habana con proyecto de Francisco Gautier.

Tenía metros y medio de eslora, y medio de manga y calaba metros. Llevaba a bordo a 570 tripulantes.
Firme (1755)
Navío de línea de dos puentes, con 74 cañones, fue construido en el Arsenal de La Carraca (Cádiz). 1800 toneladas de desplazamiento
España (1757)
Navío de línea de dos puentes, con 74 cañones, construido en el Arsenal de la Carraca por Mateo Mullan por el sistema de construcción de Jorge Juan. Desplazamiento 1.190 T.
Tenía 47,59 metros de eslora, 12,57 m de manga y calaba 6,05 metros. Armado con 74 cañones y 10 carronadas:
- 26 cañones de a 24 libras,
- 28 cañones de a 18 libras,
- 10 cañones de a 8 libras,
- 6 obuses de a 30 libras
- 4 obuses de a 4 libras
- 10 carronadas de a 32 libras
Bibliografía consultada:
- Revista General de Marina
- Historia Marítima Española. Francisco Javier Oubiña Oubiña.
- Enciclopedia General del Mar.
- Wikipedia. https://es.wikipedia.org.
- https://www.pinterest.es
- http://armada.mde.es/ArmadaPortal/page/Portal/ArmadaEspannola/conocenos_historia.
- Diversos foros como:
- foro.todoavante.es
- foro.todoababor.es
- https://foronaval.com
- https://blogcatedranaval.com
- spanishnavalhistory.blogspot.com
- https://vadebarcos.net
- http://www.mapasilustrados.com
- http://www.hispanismo.org
- http://www.navalaction.com