Combate naval que se libró el 14 de junio de 1646 frente a la localidad de Orbetello, entonces bajo dominio español, en la costa de la región de la Toscana, Italia. Comandó la flota francesa el almirante Armand de Maillé, marqués de Brézé, y la española, Miguel de Noronha, conde de Linhares. Esta última había sido enviada para acabar con el bloqueo de Orbetello y socorrer la localidad, que estaba siendo asediada desde el 12 de mayo por un ejército francés acaudillado por el príncipe Tomás Francisco de Saboya.

La armada francesa la componían 36 navíos, 20 galeras, 8 brulotes y un gran número de embarcaciones menores, en conjunto más de un centenar de naves.
La flota española la componían 22 navíos (14 de la escuadra del Océano del almirante Francisco Díaz Pimienta y 8 de la escuadra de Dunquerque de Josse Peeters), 30 galeras y 5 brulotes.

Al amanecer del 14 de junio, la flota española formó frente a la isla del Giglio con los galeones y galeras en vanguardia y los barcos auxiliares cerrando la formación. El almirante Brézé, que obtuvo victorias en Cádiz, Cabo de Gata y Barcelona, también formó a su flota poco después, alternado galeones y galeras, y navegó hacia poniente gracias a una suave brisa a muy poca distancia de las naves de Linhares.

A las 09:00 p. m., Brézé se había acercado a cuatro millas de los barcos españoles cuando, debido a la ligereza del viento, los galeones de ambas escuadras tuvieron que ser remolcados por las galeras mientras esperaban estar a barlovento. Brézé, a bordo de la nave capitana Grand Saint-Louis, se detuvo al frente de la línea flanqueado por el vicealmirante Louis de Foucault de Saint-Germain Beaupré (conde de Daugnon) en La Lune y por el contralmirante Jules de Montigny en Le Soleil. Otros quince navíos componían la línea de batalla francesa, cada uno de ellos remolcado por una galera.

Ambas armadas navegaron una junto a la otra hasta que Linhares, que contaba con más galeras, ganó el barlovento y pudo avanzar hacia la línea francesa con la intención de atraparla entre dos fuegos. Brézé, incapaz de lanzar sus brulotes contra los navíos españoles, tal y como había hecho en sus victorias en Cádiz, Barcelona y Cartagena, se abalanzó sobre el galeón del almirante Díaz Pimienta, el Santiago, y los acribilló con su artillería. El Santiago perdió su palo mayor y tuvieron que venir en su socorro Linhares que temiendo el ataque de los brulotes franceses o el abordaje de las galeras de Brézé, cubrió a la nave dañada con otras seis mientras la remolcaba con su nave capitana.

El resto de barcos se enfrentaron a Brézé en una batalla sin claro vencedor que duró hasta que ambas flotas se separaron al atardecer. Los españoles perdieron la fragata Santa Catalina, incendiada por sus propios tripulantes para evitar su captura cuando fue rodeada por unidades enemigas. Los mejores galeones españoles, Testa de Oro, León Rojo y Caballo marino, sufrieron daños importantes, mientras que en el bando francés explotó un brulote y otros dos galeones acabaron muy tocados. Se desconocen las pérdidas humanas en el bando español; en el francés cuarenta hombres resultaron muertos o heridos. Uno de ellos fue el propio almirante Brézé, partido en dos por el impacto de una bala de cañón que alcanzó la popa de su buque insignia Grand Saint Louis.

A la mañana siguiente las dos escuadras enfrentadas estaban separadas por doce millas. El conde de Daugnon, sucesor de Brézé, decidió levar anclas con rumbo a Porto Ercole para realizar reparaciones en lugar de perseguir a la flota española, que había buscado refugio en la isla de Giglio.
Linhares persiguió a las naves galas el día 15 y parte del 16 de junio. Cuatro barcos auxiliares franceses, que no supieron de la partida de la flota principal, quedaron en medio de las naves españolas durante la noche, pero se las arreglaron para escapar.
El comandante español finalmente tomó la decisión de abandonar la persecución para acudir en socorro de Orbetello, aunque ello le resultó imposible porque una tormenta dispersó sus naves durante la noche. Algunos barcos buscaron refugio en Cerdeña, otros en Giglio y Montecristo. La galera Santa Bárbara se hundió frente a Giglio, llevándose la vida de cuarenta y seis remeros. Los franceses también se vieron afectados por la misma tormenta, pues su galera Grimaldi se hundió frente a Piombino no sin que antes sus tripulantes y artillería fueran recogidos por la armada española. Otro barco, el Saint-Dominique, se rezagó junto con un brulote y fue capturado por Pimienta a la altura de Cap Corse, Córcega.
Bibliografía consultada:
- Historia Marítima Española. Francisco Javier Oubiña Oubiña.
- Revista General de la Marina
- Enciclopedia General del Mar.
- Wikipedia. https://es.wikipedia.org.
- http://armada.mde.es/ArmadaPortal/page/Portal/ArmadaEspannola/conocenos_historia.
- Diversos foros como:
- foro.todoavante.es
- foro.latabernadelpuerto.es
- http://www.todoababor.es
- https://foronaval.com
- https://www.armas.es/foros/historia-militar
- http://www.histarmar.com.ar/InfGral/AASidoli/CarreraIndias-10.htm
- http://www.playclicks.com