1407 CAMPAÑA DEL ESTRECHO

Tras el quebrantamiento de las treguas por parte de los granadinos, pero también por la falta de pago de las parias, Enrique III viajó en 1406 desde Madrid a Toledo para preparar personalmente la guerra que había decidido. Aquejado sin embargo de la dolencia que le habría de llevar a la muerte en breve, delegó en su hermano el infante don Fernando todos los pormenores y decisiones que fuera necesario tomar.

Enrique III de Castilla
Coronación Infante Don Fernando

Reunió el Infante en Cortes a los representantes del Reino y les solicitó su parecer acerca de la guerra que el Rey deseaba emprender contra Granada, al objeto de disponer las medidas oportunas. Tras diversas disputas, se resolvió aprobar la guerra, y se autorizó para ella una cantidad de cuarenta y cinco cuentos, que podrían ser ampliados sin necesidad de solicitar de nuevo la aprobación de los procuradores en el caso de que la campaña durara más de seis meses.

En estas Cortes se había dispuesto una armada de treinta galeras y cincuenta naos, lo cual da idea de la magnitud de la campaña que se preveía. Aunque Enrique III muere antes de concluir 1406, las disposiciones ya estaban tomadas, y será el infante Fernando quien lleve adelante la campaña.

Sin embargo, la primera complicación surgió al intentar recaudar el dinero necesario, por lo que don Fernando recurrió a la Reina para que le adelantara parte del tesoro real con que poder armar la flota, ya que el almirante Alfonso Enríquez le había comunicado que los preparativos se habían paralizados por falta de fondos. No serían los únicos problemas, pues el 18 de junio el Almirante se dirigió desde Sevilla a Córdoba, donde estaba el Infante al mando de las acciones militares, para quejarse por la falta de tripulaciones con que completar las naves.

Sólo había podido poner en el mar cinco galeras, y llegó incluso a pedirle permiso para enrolar a los hombres que acompañaban a don Fernando. Éste, evidentemente disgustado, se puso en camino a Sevilla para acelerar los preparativos. Recurrió, además, a las villas vizcaínas, adonde envió caballeros con peticiones de naves, obteniendo seis naos.

Mientras, el Almirante había podido armar completamente otras ocho galeras sevillanas, con lo cual dispuso de una escuadra de trece galeras que inmediatamente enfrentó a la flota granadina que campaba en el Estrecho. Pese a la superioridad delos musulmanes, que disponían de veintitrés galeras, y a que aún no había llegado la flota de naos vizcaínas, la victoria castellana fue rotunda, apresando ocho galeras con las que regresó triunfante a Sevilla.

Escudo de armas de Alfonso Enríquez

Bibliografía consultada:

  1. La Marina de Guerra de la Corona de Castilla en la Baja Edad Media, desde sus orígenes hasta el reinado de Enrique IV (Tesis Doctoral). Francisco Javier García de Castro.
  2. Castilla y el dominio del mar en la Edad Media (1248-1476) (Tesis Doctoral). Manuel Flores Díaz.
  3. Cruzados, peregrinos y mercaderías a través del mediterráneo. (Evolución del buque y la navegación en el entorno templario como base de la creación y establecimiento de las primeras líneas regulares) (Tesis Doctoral). Alberto Muñoz Amor.
  4. Historia Marítima Española. Francisco Javier Oubiña Oubiña.
  5. Historia de la Armada del Cantábrico. Delfín Rodriguez Fernandez.
  6. La marina alfonsi al asalto de África . José Manuel Rodriguez Garcia.
  7. Las empresas navales de Castilla.  José Cervera Pery.
  8. La Marina de Castilla. José Cervera Pery.
  9. Los Almirantes y la Política naval de los Reyes de Castilla en el siglo XIII. José Manuel Calderón Ortega.
  10. Wikipedia. https://es.wikipedia.org.
  11. http://armada.mde.es/ArmadaPortal/page/Portal/ArmadaEspannola/conocenos_historia.

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