1342 LA LUCHA EN EL ESTRECHO

En mayo de 1342, mientras el Rey permanecía en Segovia tras haber recorrido el Reino solicitando a sus vasallos las alcabalas para proseguir la guerra con los musulmanes, recibió a un mensajero del Almirante que le comunicó los preparativos que los meriníes realizaban para armar una gran flota que podría llegar a contar con ochenta galeras más las naves auxiliares; le participaba también su Almirante que había destacado una flotilla de diez galeras al puerto meriní de Bullones, al oeste de Ceuta, para impedir que doce galeras musulmanas se unieran al contingente enemigo, y que logró apresar seis de ellas tras hundir dos y quemar las cuatro restantes. El Rey, no obstante las buenas noticias de la victoria de Bocanegra, mostró gran preocupación por los preparativos musulmanes, y envió a su tesorero a Sevilla para armar nuevas naves que reforzaran la flota que ya operaba en el Estrecho.

Alfonso XI de Castilla

Pocos días después estaba el Rey en Madrid, de camino a la frontera, donde recibió noticia de Alfonso IV de Portugal diciéndole que le enviaba diez galeras mandadas por Carlos Pesagno, hijo de su Almirante. A pesar de esta buena noticia, Alfonso XI se mostraba inquieto y preocupado por los próximos acontecimientos, pues sabía cuántas cosas estaban en juego. Contribuía además a su intranquilidad la falta de noticias de su almirante Egidio Bocanegra, y la incertidumbre de los movimientos de transporte de tropas que pudieran estar realizando los meriníes.

Recibido el refuerzo de las galeras portuguesas, ambas formaciones habían bloqueado a la flota conjunta de granadinos y meriníes en la desembocadura del río Guadalmesí, entre Tarifa y Algeciras, y Bocanegra solicitaba al Rey el envío de tropas terrestres para completar su destrucción. Mientras, una escuadra musulmana integrada por trece galeras partió de Algeciras para forzar el cerco que las naves cristianas habían establecido sobre su flota. Bocanegra envió contra ellas diez galeras y logró una victoria aplastante, capturando dos naves enemigas, hundiendo cuatro y encallando las restantes en la costa.

Galera cristiana de la época

El Rey recibió estas noticias con agrado, y mientras se dirigía a Jerez le llegaron nuevas noticias de Bocanegra apenas un día después de la anterior comunicándole que su flota había derrotado completamente a la musulmana tras intentar éstas romper el bloqueo, siendo perseguidas y alcanzadas por algunas cristianas, pero que llevadas por la codicia tres de éstas terminaron por encallar en la costa, donde fueron atacadas por las tropas musulmanas terrestres.

Tratando de auxiliarlas, algunas galeras de la flota cristiana fueron sorprendidas por la bajamar, y quedaron varadas dos naves genovesas, una de las cuales consiguió ser liberada mientras que la tripulación de la otra, que era de un sobrino del legendario almirante Zacarías, luchó bravamente bajo sus órdenes hasta que pudo liberarse con la pleamar. La lucha era encarnizada, y finalmente se decidió, ante la imposibilidad tanto de mantener una defensa adecuada como de desembarrancar las tres galeras castellanas que habían encallado al principio de la batalla, abandonarlas e incendiarlas, provocando un fuego de tal magnitud que alcanzó a varias galeras enemigas que se encontraban cerca.

Combates de Algeciras

En mar abierta proseguía el combate entre las dos flotas, con una actuación destacada de las galeras donde iban embarcados los almirantes Bocanegra y Pesagno. La lucha era encarnizada, desarrollada con gran dureza, y duró la mayor parte del día, hasta que los almirantes musulmanes resultaron muertos y la formación cristiana logró finalmente una victoria aplastante con un saldo de veintiséis galeras enemigas destruidas, hundidas o capturadas por tan sólo tres galeras propias perdidas, aquellas que habían encallado en la costa y fueron después incendiadas por sus propias tripulaciones. El botín era también considerable, ya que a las galeras apresadas y al gran número de cautivos se sumaba la captura de un cargamento de oro y plata que Abu l-Hasan había enviado para el pago de sus huestes. Por último, la flota luso-castellana victoriosa se retiró esa noche con su botín al puerto de Getares, que era su base de operaciones en la zona.

Alfonso XI recibió en Jerez a Carlos Pesagno, que le solicitó permiso para marchar ya que habían cumplido los dos meses del contrato que tenían sus galeras. El Rey, antes de concederle esta licencia, habló con los enviados de Bocanegra para saber el estado de la flota de Castilla, por si fuera necesario sustituir a parte de las tripulaciones o proceder a la reparación de algunas galeras en Sevilla, en cuyo caso solicitaría al Almirante de Portugal que se mantuviera en la guarda de la mar en tanto se completaban tales operaciones. Sin embargo, le aseguraron que su flota se encontraba en perfecto estado, pues apenas había sufrido desperfectos en la batalla, y que se bastaba para proseguir con su misión.

Antes de abandonar Jerez rumbo a Getares para pasar revista a su flota, Alfonso XI recibió carta de Pedro de Moncada, almirante de Aragón, quien le anunciaba su próxima llegada a aguas del Estrecho con veinte galeras para colaborar en las tareas de vigilancia del mar, según lo acordado en el Tratado de Madrid, participándole al mismo tiempo que en su camino, a la altura de Estepona, había entablado combate con una escuadra musulmana formada por trece galeras, de las que capturó cuatro tras embarrancar dos y huir el resto.

Las victoria en las batallas de Bullones, Guadalmesí y Estepona, facilitaron a Castilla el inició del sitio de Algeciras.

Escudo nobiliario de Egidio Bocanegra, por privilegio dado por Alfonso XI en el sitio de Algeciras, año 1342.

Bibliografía consultada:

  1. La Marina de Guerra de la Corona de Castilla en la Baja Edad Media, desde sus orígenes hasta el reinado de Enrique IV (Tesis Doctoral). Francisco Javier García de Castro.
  2. Castilla y el dominio del mar en la Edad Media (1248-1476) (Tesis Doctoral). Manuel Flores Díaz.
  3. Cruzados, peregrinos y mercaderías a través del mediterráneo. (Evolución del buque y la navegación en el entorno templario como base de la creación y establecimiento de las primeras líneas regulares) (Tesis Doctoral). Alberto Muñoz Amor.
  4. Historia Marítima Española. Francisco Javier Oubiña Oubiña.
  5. Historia de la Armada del Cantábrico. Delfín Rodriguez Fernandez.
  6. La marina alfonsi al asalto de África. José Manuel Rodriguez Garcia.
  7. Las empresas navales de Castilla. José Cervera Pery.
  8. La Marina de Castilla. José Cervera Pery.
  9. Los Almirantes y la Política naval de los Reyes de Castilla en el siglo XIII. José Manuel Calderón Ortega.
  10. Wikipedia. https://es.wikipedia.org.
  11. http://armada.mde.es/ArmadaPortal/page/Portal/ArmadaEspannola/conocenos_historia.

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