1595 COMBATES DE ISLA GUADALUPE Y SAN JUAN DE PUERTO RICO

El galeón español Nuestra Señora de Begoña, que había partido a principios de marzo de La Habana con las flotas de Tierra Firme y de Nueva España, se había visto obligado a separarse de su convoy tras un fuerte temporal en el que había sufrido graves daños su arboladura. El barco, comandado por don Sancho Pardo Osorio había conseguido arribar a duras penas a San Juan de Puerto Rico, transportando un gran tesoro valorado en 3 millones de pesos de plata. Enterado Drake ordenó poner rumbo a Puerto Rico. Don Sancho había enviado aviso a España de su comprometida situación en una carta fechada el 3 de mayo.

Tras tenerse noticia en la corte española del incidente, rápidamente se dispuso para el rescate una flotilla de guerra, al mando de don Pedro Téllez de Guzmán, formada por cinco pequeños buques de nuevo diseño, rápidos, maniobrables y con gran poder ofensivo: fragatas. Dada la rapidez de estos nuevos barcos, y el gran conocimiento que los marinos españoles tenían de las corrientes y vientos dominantes en el océano Atlántico, la flotilla de Téllez de Guzmán, navegando a contrarreloj, llegó al Caribe al mismo tiempo que la flota inglesa, tropezando con la retaguardia de Drake en las proximidades de la isla de Guadalupe.

El capitán español ordenó sin pérdida de tiempo arremeter contra el grupo de nueve buques ingleses que tenían frente a ellos, trabándose un rápido combate en el que resultaron muertos cuarenta y cinco ingleses y veinticinco fueron hechos prisioneros, capturándose el buque Francis. ​ Tras el interrogatorio del capitán enemigo, Téllez supo de los planes ingleses, y siendo consciente del peligro que corrían San Juan y el Nuestra Señora de Begoña partió inmediatamente hacia Puerto Rico, tomando la delantera al grueso de la escuadra de Drake y arribando a la isla el 13 de noviembre.

La escasa guarnición de la ciudad, compuesta por unos 400 hombres, se vio reforzada por los 300 hombres de la dotación del Nuestra Señora de Begoña y por 500 más de la flotilla de Téllez de Guzmán. Tras celebrarse una reunión entre el gobernador, el coronel don Pedro Juárez, y los oficiales españoles para preparar la defensa, se echaron a pique varios buques viejos en la bocana del puerto, incluido el galeón averiado,​ para dificultar la entrada de los ingleses, se organizaron diversas posiciones artilleras en lugares estratégicos, y se dispusieron las cinco fragatas de modo que cubrían con su artillería la entrada a la bahía, a la espera de la llegada de Drake.

Por fin, el 22 de noviembre asomaba a punta Escambrón la flota inglesa. Drake, viendo la disposición de las fuerzas españolas decidió no entrar en el puerto de San Juan por el momento, y ordenó a sus buques echar las anclas para disponerse a pasar la noche frente a la bahía.

En un informe de Hernán Valdés en 1.587 se menciona la Caleta del Cambrón como un posible punto de desembarco para fuerzas militares enemigas que intentaran invadir a San Juan, y enfatizaba que hasta entonces el lugar no se había fortificado. Durante el ataque de Drake en 1.595 existían ya algunas posiciones de defensa con dos piezas de artillería y 100 hombres.

No se percataron de que fondeaban al alcance de un grupo de baterías que se habían adelantado desde el Fuerte de San Felipe del Morro. Los españoles aguardaron a que los buques ingleses quedasen inmovilizados, y cuando Drake se disponía a cenar junto a sus oficiales, los artilleros españoles abrieron fuego contra la escuadra inglesa. Una bala penetró en la estancia del almirante inglés, muriendo en el acto los capitanes Clifford y Brown, aunque Drake salió ileso.

Fuerte de San Felipe del Morro

Existen discrepancias sobre la causa y el momento de la muerte de John Hawkins. Mientras las relaciones inglesas afirman que Hawkins falleció por enfermedad el 12 de noviembre cuando los ingleses se aproximaban a Puerto Rico, los relatos españoles aseguran que Hawkins perdió la vida durante esta acción artillera. ​

En cualquier caso, rápidamente los ingleses, bajo el fuego de los cañones españoles, levaron anclas y se alejaron a una distancia prudente de la entrada al puerto, habiendo perdido a varios hombres. Drake decidió fijar el ataque definitivo para la noche del día 23.

Movimientos de Drake
John Hawkins

El plan inglés consistía en, amparándose en la oscuridad, enviar a varios cientos de hombres en barcazas, quienes se acercarían sigilosamente a las fragatas de Téllez de Guzmán y las quemarían utilizando bombas incendiarias. Una vez fuera de combate los buques españoles, los barcos ingleses se adentrarían en el puerto y atacarían los fuertes, mientras los hombres enviados previamente desembarcarían en la ciudad y la tomarían. Así pues, de madrugada, se enviaron un mínimo de treinta barcazas con cincuenta hombres cada una, varias de las cuales se acercaron en total silencio a las fragatas españolas. Al llegar a ellas, los ingleses hicieron uso de sus artefactos incendiarios, prendiendo fuego a tres de los buques antes de que los españoles pudiesen percatarse de lo que sucedía. Las tripulaciones de dos de las fragatas consiguieron extinguir las llamas, pero la Magdalena se incendió irremediablemente pereciendo abrasados cuarenta de sus tripulantes y salvándose el resto lanzándose al agua. Pero lo que había empezado con un aparente éxito de los ingleses, pronto evidenció el garrafal error táctico que había cometido Drake. De la Magdalena brotaron unas inmensas llamas que iluminaron todo el escenario en varios cientos de metros a la redonda, quedando las lentas e indefensas barcazas inglesas al descubierto. Los artilleros de las cuatro fragatas restantes pudieron apuntar cuidadosamente antes de abrir fuego. Con unas pocas salvas la flota de barcazas enemiga quedó destrozada, mientras las dotaciones acribillaban incesantemente con sus mosquetes a los náufragos. Los ingleses perdieron unos 400 hombres y el ataque quedó desbaratado. ​Tras esta nueva derrota, Drake, resistiéndose a darse por vencido intentó nuevos desembarcos pero las fuerzas inglesas ya fueron rechazadas sin grandes dificultades. Finalmente, el corsario inglés ordenó la retirada y el 25 de noviembre partió de Puerto Rico. Por su parte, Téllez de Guzmán, tras una prudencial espera para asegurarse de que los ingleses no volvían, embarcó el tesoro de tres millones de pesos y levó anclas el 20 de diciembre llegando a España sin incidentes dignos de mención y dando parte a las autoridades españolas de la situación en el Caribe, tras poner a salvo el tesoro.

Tras llegar a España los avisos enviados desde las islas Canarias y América, se organizó una flota al mando de don Bernardino de Avellaneda Bernardino de Avellaneda y don Juan Gutiérrez de Garibay, compuesta por ocho galeones y quince embarcaciones con un total de 3.000 hombres a bordo. La escuadra zarpó de Lisboa el 2 de enero de 1596 con la misión de localizar lo antes posible a los ingleses y expulsarlos de los dominios españoles.

Bibliografía consultada:

  1. Historia Marítima Española. Francisco Javier Oubiña Oubiña.
  2. Revista General de la Marina
  3. Enciclopedia General del Mar.
  4. Wikipedia. https://es.wikipedia.org.
  5. http://armada.mde.es/ArmadaPortal/page/Portal/ArmadaEspannola/conocenos_historia.
  6. Diversos foros como:
  7. foro.todoavante.es
  8. foro.latabernadelpuerto.es
  9. http://www.todoababor.es
  10. https://foronaval.com
  11. https://www.armas.es/foros/historia-militar
  12. http://www.histarmar.com.ar/InfGral/AASidoli/CarreraIndias-10.htm
  13. http://www.playclicks.com

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