Durante la GUERRA DE LOS DIEZ AÑOS o “Guerra Larga” de Cuba de 1868-1878, las unidades navales y fuerzas de la comandancia general de Marina del apostadero de La Habana desarrollaron una decisiva labor de:
- vigilancia y protección del litoral costero cubano (por donde llegaban todas las expediciones de ayuda a los insurgentes).
- apoyo a las operaciones en tierra (transportando tropas, armamento y víveres)
- desembarcando fuerzas de Infantería de Marina y de marinería, y participando en numerosos combates en tierra).
- bombardeo de posiciones enemigas en la costa.
- captura de buques de los insurgentes.

Para desarrollar todas estas actividades se contaba con una importante fuerza naval, que puede considerarse la más poderosa de toda el área americana durante aquellos años, formada por unas sesenta unidades navales de diferente tipo y categoría que, en conjunto, alcanzaban las 45.000 toneladas de desplazamiento y armaban dos centenares de cañones de distinto calibre. Esta fuerza se distribuyó en dos grandes agrupaciones: la denominada “Escuadra de las Antillas”, compuesta por una verdadera flota de combate, y las “Fuerzas Sutiles del Apostadero”, para la vigilancia y protección del complicado litoral cubano, compuesto por casi 4.200 islas, islotes, cayos y bajos arenosos, la mayoría de las veces rodeados de aguas poco profundas y erizados de arrecifes.
En el curso del largo conflicto, además de las acciones propiamente bélicas contra los insurgentes (entre las que se contaron más de una veintena de operaciones de cierta importancia en la mar y otras tantas participaciones en combates en tierra, junto a las tropas del Ejército), se registrarían también diversas amenazas de intervención de buques extranjeros (norteamericanos y peruanos sobre todo). Ello obligaría a las fuerzas navales españolas a adoptar una serie de medidas especiales de vigilancia y protección de las costas cubanas, junto con un despliegue naval por toda el área próxima del Atlántico y el Caribe, es decir, por aguas del estrecho de Florida, las Bahamas, Haití-República Dominicana, Jamaica y las costas septentrionales de Venezuela y Colombia-Panamá, por donde los insurrectos cubanos solían recibir las ayudas desde el exterior.
En resumen, el conflicto de que se ocupan estas páginas fue muy complicado y costoso, hasta el extremo de que a la Marina le supuso más de 5.000 muertos y de que a punto estuvo de provocar una guerra con los ya pujantes Estados Unidos de Norteamérica, guerra que muy probablemente habría supuesto la pérdida de Cuba y de Puerto Rico un cuarto de siglo antes del Desastre.
Indicamos las fuerzas de la Armada en esta época:
FUERZAS NAVALES DEL APOSTADERO DE CUBA
ESCUADRA DE LAS ANTILLAS:
Fragatas protegidas:




Fragatas de hélice, sus desplazamientos estaban comprendidos entre las 3.500 y las 4.500 T. Artilladas con entre 51 y 26 cañones de 200 a 80 mm, en baterías laterales, y con potencias de entre 360 y 800 CV y dotaciones entre los 480 y los 600 hombres:




Vapores de guerra, con desplazamientos de 2.879 T. Artillados con 16 cañones de 200 mm en baterías laterales, y con potencia 500 CV lo que les permitía ser considerados unidades de 1.ª clase:


FUERZAS SUTILES
Corbetas de hélice:


Vapores intermedios de 2ª clase, sus desplazamientos estaban comprendidos entre las 1.080 y las 1.400 T. Artilladas con 2 cañones lisos de 200mm y 4 cañones rayados de 160 mm, con potencias de entre 200 y 400 CV:
Pizarro, Antonio Ulloa, Vasco Núñez de Balboa, Churruca, Hernán Cortés, Blasco de Garay y León


Vapores intermedios de 3ª clase, sus desplazamientos estaban comprendidos entre las 317 y las 548 T. Artilladas con una o dos piezas de 160 mm, con potencias de entre 100 y 120 CV:
Don Juan de Austria, Conde de Venadito, General Lezo, Don Álvaro de Bazán (dedicado, desde 1862, a labores científicas en la Comisión Hidrográfica), Neptuno, Guadalquivir, María y Serrano
Goletas de hélice de 3ª clase:
África y Wad Ras, (desplazaban entre 605 y 720 toneladas. Artilladas con dos cañones lisos de 200 mm y uno liso de 160 mm, potencia de 160 CV).

Andaluza, Guadiana, Sirena y Huelva, (desplazaban entre 412 y 510 toneladas. Artilladas con dos o tres cañones lisos de 160 o 200 mm, potencias entre los 80 y los 130 CV).
Cañoneros:
Al principio de la guerra: ¿Quién Vive?, Soldado y Lebrel, de menos de 200 T.
Entre 1.869 y 1.872 se incorporan una treintena de cañoneros de 179 T de desplazamiento, máquinas 40 CV, y artillados con un cañón Parrot de 130 mm, emplazado a proa sobre una plataforma giratoria. Destinados a la vigilancia costera de Cuba y Puerto Rico: Activo, Cuba Española, Argos, Lince, Centinela, Guardián, Vigía, Astuto, Almendares, Eco, Destello, Contramaestre, Marinero, Ericsson, Cazador, Cauto, Gacela, Telegrama, Criollo, Ardid, Judío, Caribe, Alarma, Descubridor, Yumuri, Flecha, Dardo, Fradera, Destello y Aljibe.


TREN NAVAL DEL APOSTADERO:
Trasportes de hélice: San Francisco de Borja, General Álava y San Quintín, Desplazamiento entre 600 y 1.300 T, propulsión de hélice y potencia entre 90 y 300 CV

Pontones: Algeciras (antes denominado Cristina), Cruz e Iberia, y pequeñas lanchas y remolcadores de rada.
Bibliografía consultada:
- Revista General de Marina
- Historia Marítima Española. Francisco Javier Oubiña Oubiña.
- Enciclopedia General del Mar.
- Wikipedia. https://es.wikipedia.org.
- https://www.pinterest.es
- http://armada.mde.es/ArmadaPortal/page/Portal/ArmadaEspannola/conocenos_historia.
- Diversos foros como:
- foro.todoavante.es
- foro.todoababor.es
- https://foronaval.com
- https://blogcatedranaval.com
- spanishnavalhistory.blogspot.com
- https://vadebarcos.net
- mapasilustrados.com
- hispanismo.org
- navalaction.com