La Base Antártica Española Juan Carlos I (BAE Juan Carlos I) es una estación científica de España en la Antártida dependiente del CSIC, a través de su Unidad de Tecnología Marina. Está situada en la península Hurd en la isla Livingston, en el archipiélago de las Shetland del Sur, a 40 metros de la costa y a 12 metros de altura, en la ladera del monte Reina Sofía ( 62°39′46″S 60°23′20″O). Tiene una superficie de 2.150 m² y puede albergar como máximo 51 personas.


El montaje de la instalación comenzó el 8 de enero de 1988 y el 11 de enero se izó la bandera española en la que era la primera base española en la Antártida. La base únicamente permanece ocupada durante el verano austral, entre noviembre y marzo. Desde 1999 la Unidad de Tecnología Marina (UTM) del CSIC (anteriormente UGBOIP) asume la gestión técnica y logística de la base Juan Carlos I.

El apoyo logístico y de mantenimiento lo realiza desde 1991 el Buque de Investigación Oceanográfica Hespérides, apoyado por el BIO Las Palmas, ambos de la Armada española, aunque se espera que el segundo sea sustituido por un Buque de Acción Marítima (BAM) modificado a tal efecto.

La base ha sufrido diversas remodelaciones; la más reciente finalizó en 2018 y fue inaugurada por el ministro de Ciencia el 2 de febrero de 2019. Esta última reforma supuso la construcción de “nuevas instalaciones que han permitido duplicar su capacidad, hasta las 51 personas, y aumentar el espacio disponible para el personal científico y técnico en los laboratorios”.

La adhesión de España al Tratado Antártico en 1982 hacía indispensable, tal y como recoge el Apartado 2 del Artículo XI del Tratado, “la realización en ella (la Antártida) de investigaciones científicas importantes, como el establecimiento de una estación científica o el envío de una expedición científica”.
En noviembre de 1984, durante la II Semana de Estudios del Mar celebrada en Cartagena, se tomó la decisión de que España debía acometer la construcción de un buque con capacidades polares, concretándose en el proyecto del Hespérides. Mientras tanto, las labores de apoyo a las bases antárticas españolas serían realizadas por el Las Palmas (A-52), un remolcador de altura modificado y reforzado para la navegación en hielos, que llevó a cabo tres campañas, entre 1988 y 1991.
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