En Julio de 1615, después de algunas acciones de piratería y saqueos en Chile, incluido el puerto de Valparaíso, llegó a las costas peruanas. apareció en el mar peruano el corsario Jorge Spilbergen con 6 naves (dicen que cargadas de oro y piedras preciosas producto de sus saqueos).

Este célebre corsario fue enviado con dos objetivos:

La Armada del Mar del Sur, estaba formada por 7 barcos: 2 galeones de la Corona (Jesús María y Santa Ana), y 5 barcos mercantes (Carmelita, Santiago, San Francisco, San Andrés, y otro) a los que se habían acoplado 56 cañones y con 620 hombres armados. Los españoles tenían una clara ventaja en términos de armas individuales, pero los holandeses les doblaban en cañones, además, de calibre superior.
D. Rodrigo de Mendoza, en su inexperiencia, se había jactado ante su tío el virrey de que «con dos de sus barcos era capaz de tomar Inglaterra misma, no sólo de derrotar a unos piratas que se encontraban agotados por una larga navegación».
El día 17, en la bahía de Cerro Azul (cerca de El Callao), Spilbergen preguntó a los españoles si querían esperar el nuevo día para combatir, a lo que contestó Rodrigo de Mendoza con un insulto, llamándolos gallinas holandesas y atacando sin esperar más. Se inició una reñidísima batalla que duró hasta el día siguiente y en la que se peleó con gran ardor por ambas partes, pero en la que llevaron la de perder los españoles, quienes tuvieron que rendirse tras de ser hundida la mayoría de sus barcos principales.
La primera pérdida vino poco después de comenzar el combate esa tarde. El buque insignia holandés Gran Sol hundió el mercante español San Francisco. Se ahogaron alrededor de 90 hombres, pero el capitán se salvó agarrado a un tambor holandés. La batalla había empezado mal para los españoles, y empeoraría al siguiente día. Al alba del día 18, el general Mendoza encontró sus barcos desorganizados, impresionados por la experiencia del San Francisco la noche anterior, los mercantes se habían alejado del escenario del combate.
Esto dejó solos a Rodrigo de Mendoza en la nave capitana, el Jesús María, de 400 Ton y a Pedro Álvarez del Pulgar en el Santa Ana, de 250 Ton frente a los holandeses. Después de varias horas de batalla, Mendoza izó en su barco la bandera de rendición, para acto seguido escapar con el Jesús María, y los mercantes, hacia El Callao – Pisco. Álvarez del Pulgar, con su Santa Ana (pesado y poco marinero), quedó en una posición muy vulnerable. El barco fue cañoneado bajo su línea de flotación, y hundido junto a su capitán. Sólo hubo tres supervivientes; entre ellos, la famosa soldado y aventurera vasca Catalina de Erauso, conocida como la Monja Alférez.

Se habla de que las pérdidas españolas en este desastroso encuentro fueron de 400 a 500 muertos o ahogados, y 2 barcos perdidos (uno de ellos, el Santa Ana, valorado en 100.000 pesos). Los holandeses sufrieron daños muy inferiores, aunque apreciables, habida cuenta del bajo número de personas que formaban su expedición. Apenas 30-40 muertos y 50 heridos.
Todos estos hechos ocurrieron a una distancia menos de dos kilómetros de las costas, de manera que la gente desde tierra pudo apreciarlo a simple vista. Tras el combate, y aun habiéndolo ganado, Spilbergen siguió hasta El Callao sin atreverse a desembarcar.

Bibliografía consultada:
- Revista General de Marina
- Historia Marítima Española. Francisco Javier Oubiña Oubiña.
- Enciclopedia General del Mar.
- Wikipedia. https://es.wikipedia.org.
- https://www.pinterest.es
- http://armada.mde.es/ArmadaPortal/page/Portal/ArmadaEspannola/conocenos_historia.
- http://www.grandesbatallas.es
- Diversos foros como:
- foro.todoavante.es
- foro.todoababor.es
- https://foronaval.com
- https://blogcatedranaval.com
- spanishnavalhistory.blogspot.com
- https://vadebarcos.net
- mapasilustrados.com
- hispanismo.org
- navalaction.com