En respuesta a la amenaza otomana, Andrea Doria, almirante de Carlos V , reunió una flota de unas ochenta galeras en el puerto de Mesina con la intención de limpiar el Mediterráneo occidental de corsarios otomanos.

Fue el escuadrón de Gianettino y Requesens el que encontró las galeras de Dragut. A las naves otomanas las habían visto primero frente a Bonifacio y después, cuando Dragut atacó la isla de Capraia, el disparo de sus cañones pudo oírse a bordo de las galeras cristianas. Los pescadores que huyeron de Dragut avisaron a Doria y Requesens de que el almirante otomano había fondeado en el golfo de Girolata.

Dragut había elegido el lugar porque estaba deshabitado y alejado de las rutas habituales de navegación. Por ello, no dejó ninguna galera protegiendo la entrada del golfo. Al llegar a las aguas cercanas, Gianettino Doria envió a su familiar Giorgio Doria al frente de seis galeras para identificar a las naves allí fondeadas. Los relatos sobre el desarrollo de la batalla son diversos. Los marineros y soldados otomanos estaban en tierra, durmiendo bajo los árboles o comiendo, cuando la llegada de los cristianos los tomó por sorpresa, seiscientos otomanos huyeron hacia los montes cercanos antes de que comenzara ningún combate y Dragut apenas tuvo tiempo para embarcar y disparar una única andanada antes de que los españoles y genoveses abordaran sus galeras.

Según otros historiadores, Dragut y sus tripulantes tuvieron tiempo de embarcar al ver a los barcos de reconocimiento que enviaron los cristianos y, tras dejar atrás dos galeras para proteger el botín, salieron para combatir a las fuerzas de Giorgio Doria con nueve galeras. Esperando luchar en superioridad numérica, Dragut se metió en la emboscada tendida por Doria y Requesens, cuyas quince galeras restantes aparecieron desde el oeste aprovechando el barlovento. En ese momento, el almirante otomano trató de huir virando sus naves, pero como las galeras cristianas se acercaban por popa, decidió abrirse camino entre ellas. Sin embargo, en ese momento un único disparo de cañón desde la galera de Gianettino le infligió daños importantes a su buque insignia, que estuvo a punto de hundirse. Viendo imposible la escapatoria, la mayoría de marineros y soldados otomanos saltaron por la borda para nadar hasta la playa y salvarse huyendo tierra adentro.1

La flota cristiana capturó once galeras otomanas, dos de las cuales eran las venecianas Moceniga y Bibiena que los otomanos habían apresado en la batalla de Préveza. Hicieron 1.200 prisioneros de guerra y liberaron 1.200 galeotes cristianos.
La campaña corsaria de Barbarroja fue puesta a prueba de nuevo cuando el 1 de octubre de ese año los corsarios turcos fueron derrotados otra vez por los navíos cristianos en la batalla de la isla de Alborán, en el estrecho de Gibraltar.
Bibliografía consultada:
- Historia de la Infantería de Marina.
- Revista General de Marina
- Historia Marítima Española. Francisco Javier Oubiña Oubiña.
- Enciclopedia General del Mar.
- Wikipedia. https://es.wikipedia.org.
- https://www.pinterest.es
- http://armada.mde.es/ArmadaPortal/page/Portal/ArmadaEspannola/conocenos_historia.
- http://www.grandesbatallas.es
- Diversos foros como:
- foro.todoavante.es
- foro.todoababor.es
- https://foronaval.com
- https://blogcatedranaval.com
- spanishnavalhistory.blogspot.com
- https://vadebarcos.net
- mapasilustrados.com
- hispanismo.org
- navalaction.com