
A mediados del siglo XVI el sultán de Turquía dominaba casi toda la costa meridional del Mediterráneo y prácticamente todo el Mediterráneo oriental. Después de la toma de Constantinopla en 1453, el imperio otomano trató de adueñarse del Mediterráneo y planeó asaltar Europa. Pretendía el dominio del mar amparándose en sus poderosas fuerzas navales y en pactos más o menos ocultos.

La amenaza turca creció cuando en 1569 ocupó Túnez y en 1571 tomó Chipre, con lo que Selim II rompía así el tratado de paz con los venecianos. Venecia solicitó auxilio del Papa Pío V, y éste de Felipe II, y el 25 de mayo de 1571 se constituyó la Santa Liga contra el turco, formada por España, Venecia y la Santa Sede. En principio el Papa asumió la jefatura de la coalición y se acordó reunir una flota en Mesina, para la que Pío V nombró como Almirante a D. Juan de Austria, hermano del Rey de España.

En la mañana del día 7 de octubre, el viento del Este en principio fue favorable a los turcos, que lo aprovecharon navegando a toda vela con la idea de establecer contacto antes de que la flota cristiana pudiera terminar su despliegue.

La flota cristiana se aproximó de forma silenciosa y reconociendo la costa para no ser atacada por la retaguardia; descubrió al enemigo cuando estaba a unas 15 millas. Los dos almirantes, D. Juan de Austria y Alí Pachá, se encontraron enfrente con fuerzas muy superiores a lo que se imaginaban.

De acuerdo con el plan de combate, la Real disparó un cañonazo al tiempo que izaba una bandera blanca, señal ejecutiva de iniciar el despliegue a la formación de combate.

Por orden de D. Juan de Austria se cortaron los espolones y se despejaron las tamboretas (espacio que se dejaba en las galeras para cargar la artillería) para que la artillería pudiera disparar sin obstáculos, al tiempo que la tropa se parapetó detrás de las empavesadas (defensas que se hacían en las bordas de las galeras con los paveses o escudos con el fin de protegerse de las armas arrojadizas del enemigo) y en la arrumbada (corredor a banda y banda de la proa de las galeras donde se colocaban los soldados para hacer fuego). Se cargaron las piezas, rociaron de arena las cubiertas y situaron barriles de agua en lugares estratégicos para apagar posibles fuegos, y todos los esclavos que no eran musulmanes fueron desencadenados y armados.

A las once de la mañana, con viento flojito del Este, el ala izquierda cristiana, al mando de Barbarigo, concluyó el despliegue en línea de frente con rumbo este, con la capitana muy cerca de tierra para impedir que Scirocco pudiera envolverla. Sus dos galeazas habían logrado colocarse en su puesto a fuerza de remos. Mientras tanto, el cuerpo de batalla estaba también en pleno despliegue y sus galeazas habían conseguido también llegar a su sitio. Cardona se situó al costado de la capitana de Malta, mandada por Giustiniani. D. Álvaro de Bazán se hallaba todavía en el canal de Oxia, por ir a recoger varias galeras que se habían quedado algo rezagadas. Cuatro galeazas se pusieron en vanguardia y otras dos quedaron en retaguardia.

El cuerno derecho y el cuerpo de batalla turcos habían desplegado y navegaban en buen orden a la vela, aprovechando el viento que soplaba del Este. El cuerno izquierdo hizo una extraña maniobra. En lugar de ponerse en línea, navegó hacia el Sur. Andrea Doria se dio cuenta de que Uluch-Alí intentaba un envolvimiento del ala derecha cristiana y se puso paralelo a él para cerrarle el paso. Las galeazas del ala derecha cristiana, desconcertadas por la maniobra de su almirante, quedaron fuera de línea y esto hizo que no pudieran tomar parte en la batalla.

El viento creó una situación grave a D Juan de Austria. Como los turcos avanzaban a la vela con viento a favor, era lógico que mantuvieran una ventaja hasta el momento del choque, y éste podría producirse antes de terminar el despliegue, sobre todo antes de que D. Álvaro de Bazán estuviese en condiciones de intervenir a tiempo en la acción.
1ª Fase batalla de Lepanto

El viento cayó de golpe a las doce y las ventolinas empezaron a soplar del Oeste, lo que permitió a la flota cristiana evitar ser alcanzados por los turcos antes de completar el despliegue. Los turcos tuvieron que arriar las velas rápidamente y armar los remos.
A esta hora D. Álvaro de Bazán estaba ya prácticamente en su puesto. Las galeras extremas del cuerno derecho turco maniobraron para pegarse a tierra y desbordar a Barbarigo, pero éste reaccionó para cortarles el paso. Las galeras turcas del centro y del cuerno derecho estaban ya a poca distancia de los cañones de las galeazas. El Marqués de Santa Cruz forzó la boga para apoyar al centro. Uluch-Alí y Andrea Doria siguieron navegando al Sur. Entre el ala derecha cristiana y el centro, la maniobra de Andrea Doria abrió un boquete. Separados de sus dos gruesos, Uluch-Alí y Andrea Doria llegaron a las manos con independencia del resto de la acción, pero la situación de Andrea Doria no era buena; sus galeazas, que había quedado al oeste de su línea, no le servirían para nada, y frente a las 67 galeras y 27 galeotas del turco él no contaba más que con 51 galeras. Por otra parte, y esto fue lo más grave, Uluch-Alí pudo llegar a estar más cerca que él del extremo derecho del cuerpo de batalla cristiano.
2ª Fase batalla de Lepanto

Se trabó la pelea en el ala izquierda de los aliados a la que Mehemet Scirocco, conocedor de la costa, consiguió envolver en parte y Barbarigo fue herido con una flecha en un ojo y hubo de abandonar el combate que ya se sostenía de galera a galera y de hombre a hombre. En la parte opuesta Uluch Alí intentaba una maniobra parecida y, para impedírselo, Andrea Doria extendió su línea pero tanto que el mismo D. Juan de Austria hubo de avisarle del peligro al que se exponía el centro.

Minutos después del mediodía, la galeaza de Duodo había roto el fuego y las otras la imitaron. Ciento veinte cañones disparaban, casi simultáneamente, sobre la línea turca y sus efectos fueron desastrosos. Varias galeras se fueron a pique; otras quedaron al garete sin movimiento. Algunas galeras iniciaron la retirada. La capitana turca reaccionó, pero el centro turco llegó al choque después que el cuerno derecho, en el que el efecto de las galeazas no fue tan intenso. Momentos después hizo fuego la artillería de las galeras y enseguida se produjo el choque.

En el ala izquierda cristiana la lucha se centró en el combate entre las dos capitanas. Los jenízaros de Scirocco, reforzados por otros que saltaban de otras galeras, pusieron el pie sobre la capitana de Venecia. Barbarigo recibió un flechazo en el ojo izquierdo y cayó mortalmente herido. En aquel momento tres galeras cristianas llegaron en su apoyo y Scirocco cayó derribado por un golpe de pica. El pánico cundió entre las galeras turcas del cuerno derecho, y trataron de varar en la costa para huir por tierra.

3ª Fase batalla de Lepanto

Mientras tanto, en el centro continuaba el combate y la lucha se centró entre la capitana de D. Juan de Austria y la de Alí Pachá que se habían embestido. La roda de la Sultana, la capitana turca, penetró en la Real, la capitana cristiana. Los arcabuceros de Moncada y Figueroa se lanzaron espada en mano a la Sultana y por dos veces llegaron hasta su palo mayor, pero ésta recibió refuerzos por su popa y los españoles fueron rechazados. A popa de la capitana de D. Juan de Austria se aproximó la galera de D. Álvaro de Bazán, la capitana de Roma, al mando de Colonna, embistió a la Sultana por babor y la asaltó, al mismo tiempo, D. Álvaro de Bazán llegó por la otra banda y lanzó los arcabuceros del tercio de Nápoles. Alí-Pachá se defendió bravamente en la popa de su galera. Un arcabuzazo lo derribó muerto a la cámara de boga, donde un esclavo cristiano, que estaba encadenado a un remo, le cortó la cabeza.
4ª Fase batalla de Lepanto

La victoria estaba también lograda en el centro, pero en aquellos momentos se producía una grave crisis. El astuto Uluch Alí, al llegar a estar más cerca de la batalla que Andrea Doria, había virado rápidamente hacia el Norte y se dirigía, con sus 67 galeras y 27 galeotas, contra las galeras de Giustiniani, almirante de Malta; 7 galeras turcas de Uluch Alí rodearon a la capitana. Empezaron a llegar socorros, Cardona con 7 galeras, a las que se opusieron 16 berberiscas. De ocho oficiales y 500 hombres del tercio de Sicilia que tenía a bordo de su capitana, sólo 50 quedaron, pero llegó D. Álvaro de Bazán con su reserva y se empeñó en nuevos combates.

Detrás de la capitana iba la Marquesa, en ella se batió Miguel de Cervantes. Un arcabuzazo le alcanzó en el hombro, y una pica le derribó de un golpe en la cabeza. La galera Leona, que llegó en socorro, salvó la crisis y arrojó a los turcos de la Marquesa.
La llegada de D. Juan de Austria con 12 galeras y de Andrea Doria, que había virado y forzaba la boga cuanto podía, restablecieron la situación y confirmaron la victoria. Treinta y cinco buques turcos, entre galeras y galeotas, lograron escapar hacia Lepanto. Uluch Alí, futuro almirante de la flota turca intentó consolar al Sultán ofreciéndole como trofeo el estandarte de la capitana de Malta, la «bestia negra» para los turcos, que sería colgado en Santa Sofía.

5ª Fase batalla de Lepanto

A las cinco de la tarde la flota turca había quedado aniquilada, la armada cristiana, ante la tempestad que amenazaba, se refugió en el puerto de Petala, no sin antes entregar a las llamas las naves que por su mal estado debían de ser abandonadas.
RESULTADOS DEL COMBATE
- 7.650 cristianos muertos (2.000 españoles) y 7.784 heridos.
- 30.000 bajas otomanas, entre muertos por arma y ahogados.
- 8.000 prisioneros hicieron los cristianos.
- 12.000 esclavos cristianos, que bogaban en las galeras turcas, fueron liberados.
- Pérdida de 15 galeras cristianas y un número mayor con graves averías.
- 15 galeras turcas incendiadas o hundidas.
- 190 buques turcos, entre galeras, galeotas y fustas fueron capturados (algunos se incendiaron al no haber posibilidad de remolcarlos)
Con estas líneas, Cervantes expresó lo que fue la batalla de Lepanto para él:
«la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros«
COMPOSICIÓN ARMADA CRISTIANA:
ESCUADRAS:




INFANTERÍA DE MARINA:
El 27 de febrero de 1566 se crearon:
- En Cartagena el Tercio de Armada del Mar Océano para atender de forma permanente las necesidades de guarnición de las armadas de guerra, de forma parecida, aunque no igual, a la que desde 1528 venía haciendo el Tercio de Galeones respecto a las naves de las Indias. Fue su primer Maestre de Campo don Lope de Figueroa. En los primeros tiempos se le conoce como Tercio de la Armada del Mar Océano o bien como Tercio de Armada o Tercio de Figueroa, según era empleado en el Atlántico, como guarnición de la citada armada, o bien en el Mediterráneo.
- El Tercio (Nuevo) de la Mar de Nápoles también denominado “de la Corona” y el “Mar y Tierra”, bajo el mando de su también primer Maestre de Campo y fundador don Pedro Padilla y se incorporó rápidamente a Nápoles. Se consideró heredero del Tercio Viejo del Mar Océano y de Infantería Napolitana, que con el tiempo llegaron a constituir las Compañías Viejas, por lo que este Tercio adquirió la antigüedad de las mismas, 1537, y es por tanto el Tercio cuna de la Infantería de Marina.
- El Tercio de Galeras de Sicilia.

Desde los primeros planes de creación de la Santa Liga contra el turco se piensa contar con esta unidad aguerrida y a este objeto se embarca hacia Italia y Messina en las Galeras de España formando un total de 16 compañías. Organizada la escuadra, las banderas del Tercio de Armada don Lope de Figueroa se distribuyen entre las galeras de España, Nápoles y Génova.
De los 8.160 soldados españoles que combatieron en Lepanto en 1571, 2.285, al mando de ilustres capitanes entre los que se encontraba don Pedro de Bazán, hijo del Marqués de Santa Cruz, pertenecían al Tercio de Figueroa y a ellos les cupo la gloria de intervenir en la acción definitiva de la batalla, pues la mayoría pertenecía a la escuadra de reserva que decidió la suerte final.
Los arcabuceros del Tercio de la Armada del Mar Océano fueron los primeros que asaltaron a la galera Sultana, capitana del almirante turco Alí Pachá, y los arcabuceros del Tercio Nuevo de la Mar de Nápoles, con su Maestre de Campo al frente, don Pedro Padilla, abordo de la capitana del Marqués de Santa Cruz, tras rendir a dos galeras saltaron a la galera La Real, de don Juan de Austria, y pasaron a la galera Sultana.
COMPOSICIÓN ARMADA OTOMANA:
- 221 galeras
- 38 galeotas
- 18 fustas
- Considerable número de buques de diverso porte
- 92.000 hombres: de ellos 34.000 soldados y 2.500 jenízaros.
(Según confesión de Alhamed, uno de los hijos de Alí Pachá, hecho prisionero en la batalla, el número de naves otomanas era superior: 230 galeras y 70 galeotas).

Bibliografía consultada:
- Historia de la Infantería de Marina.
- Revista General de Marina
- Historia Marítima Española. Francisco Javier Oubiña Oubiña.
- Enciclopedia General del Mar.
- Wikipedia. https://es.wikipedia.org.
- https://www.pinterest.es
- http://armada.mde.es/ArmadaPortal/page/Portal/ArmadaEspannola/conocenos_historia.
- http://www.grandesbatallas.es
- Diversos foros como:
- foro.todoavante.es
- foro.todoababor.es
- https://foronaval.com
- https://blogcatedranaval.com
- spanishnavalhistory.blogspot.com
- https://vadebarcos.net
- mapasilustrados.com
- hispanismo.org
- navalaction.com