ARSENAL DE LA CARRACA (SAN FERNANDO)

El Arsenal se encuentra en el término municipal de San Fernando, en la provincia de Cádiz, y fue el primer establecimiento militar de su género creado en España a impulsos de la política naval de Felipe V desarrollada por José Patiño y el Marqués de la Ensenada.

Al quedar en desuso el Real Carenero por estar situado en tierra firme y ser difícil de defender, se buscó un lugar más estratégico que se hallara en aguas de la bahía de Cádiz. Finalmente se eligió un islote situado al norte de isla de León, formado alrededor de un viejo barco naufragado de tipo carraca (de ahí el nombre de la Carraca). Este islote de suelo fangoso estaba rodeado originalmente por los caños de la Machina, de Sancti Petri, Espantatajero y de la Culebra. Este terreno ha sufrido a lo largo de estos siglos una serie de transformaciones hasta quedar rodeado actualmente por el caño de las Astillas, el de Sancti Petri y el de la Culebra.

Ya con anterioridad a la creación del Arsenal de la Carraca existían en la bahía de Cádiz varios careneros y atarazanas.

Siglo XVII

Del siglo XVI y principios del XVIII datan los careneros de El Puerto de Santa María y de Puerto Real, donde se ubican El Trocadero y el Real Carenero, situado junto al Puente Zuazo, que es antecesor del Arsenal de la Carraca.

Real Carenero desde el puente Zuazo

Cuando el Real Carenero entra en decadencia, se propone la creación de una nueva atarazana, más cercana al mar. Para ello se elige un islote fangoso cercano a Puerto Real y que ya era utilizado por la Armada desde 1655, como punto de resguardo para los buques que invernaban en la bahía gaditana. Durante el reinado de Felipe V, bajo el impulso de Patiño, comienza a pensarse en estructurar este islote, hecho que no se concretará hasta tiempos de Fernando VI.

Siglo XVIII

José Patiño y Rosales – Museo Naval

En 1717, José Patiño establece otro en la zona de Puntales (Cádiz), y en el que, en 1729 y en presencia de Felipe V, se botó el navío Hércules, de 70 cañones. Se inauguraba así la “Construcción compartida”, botándose el barco en rosca en el astillero de El Puntal y concluyéndose en La Carraca, como también sucedió con el Real Familia (1731), gemelo del anterior, y la fragata de 50 cañones La Galga (1732).

En el año 1726, bajo el reinado de Felipe V, se replantea la organización de la defensa naval española y se determinan la división del litoral en tres zonas marítimas apoyadas por sus respectivos Arsenales. Con la creación de la Carraca se produjo el desarrollo total de la industria naval en la bahía gaditana.

Los treinta supondrán para el Arsenal un notable impulso.

  1. El destino del constructor naval Ciprián Autrán a La Carraca en 1732, después de realizar una extraordinaria labor en Guarnizo, lo que escenifica con rotundidad las pretensiones de Patiño para el Arsenal.
  2. La determinación del Intendente General para construir unas gradas provisionales en las que se obraron dos bombardas, Brontes y Piracmón (1734), dos fragatas, El Águila (1737) y La Aurora (1738) y posteriormente, otras dos bombardas gemelas a las anteriores.
  3. Aun con lentitud, las obras aparecen más sistematizadas, como se observa en la importante serie de planos dibujados periódicamente por José Barnola, ingeniero destinado en el Arsenal.
  4. El Arsenal cumplía sus funciones: aprontar los barcos para las comunicaciones con América, armarlos para la guerra (intervención en Italia tras Utrecht, Guerra del Asiento…), controlar los bosques andaluces, mantener las embarcaciones, etc. En definitiva, el Arsenal de La Carraca estaba diseñado según cánones ilustrados, existía, era operativo y, a pesar de la lentitud de las obras, cumplía sus funciones.

A finales de los cuarenta se vive una gran agitación en el Arsenal: órdenes para un acúmulo extraordinario de maderas, construcción de nuevas gradas, revisión del proyecto general… En este ambiente extremadamente dinámico, el viaje de Jorge Juan a Londres comenzó a ser productivo. Muy pronto en el navío inglés La Galera de Cádiz enviará, a través de Ricardo Wall, tres cajas con otras tantas maquetas: un dique para carenar en seco, una grúa y un horno se trasladaron a La Carraca para su estudio.

Marqués de la Ensenada

Plan du projet de l´Arcenal(1737) Bibliothèque nationale de France

Las obras de construcción del Arsenal de la Carraca se iniciaron en 1752, tras una Real Orden del rey Fernando VI y según el proyecto de Jorge Juan Santacilia, y años más tarde sería Antonio Valdés, ya bajo los reinados de Carlos III y Carlos IV, quien se encargará de acabarla.

Jorge Juan Santacilia

Las obras avanzan con dificultad, debido a lo complicado del terreno. Tras un breve parón, entre 1784 y 1875 se construyen los diques principales, en los que se botan en los años posteriores numerosas fragatas y corbetas, como las famosas Descubierta y Atrevida, sin olvidar el Torpedero submarino Peral, diseñado por Isaac Peral, en 1888.

La Carraca, por el lado del mar (1785) Biblioteca Nacional de España
El Arsenal de La Carraca. Óleo de Mariano Sánchez, fines del siglo XVIII Fuente Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria
Iglesia del Arsenal
Puerta del Arsenal. Finales del siglo XVIII

En 1788 se construye el dique de San Antonio.

Planta, alzado y perfil del dique seco del arsenal de La Carraca con un navío de tres puentes

En la actualidad sigue siendo utilizable.

El dique sigue en servicio
Medalla conmemorativa
Puerta de Carlos IV y Puente de Bombos que conducía hacia la avanzadilla y de ahí, a la carretera de la Clica. Finales del siglo XIX.

Siglo XIX

Durante el sitio francés (1810-1812) se construyeron baterías defensivas para proteger el Arsenal. El almirante Baltasar Hidalgo de Cisneros fue nombrado en 1818 director general de la Armada, con orden de que desempeñase en comisión la capitanía general de Cádiz.

Siglo XX

El siglo xx comenzó con la decadencia de los arsenales del Estado, debido en parte a los desastres de Cavite y Santiago de Cuba, durante la Guerra Hispano-norteamericana. En la década de 1910 empieza ya una cierta revitalización con las leyes del gobierno de Antonio Maura y con el asentamiento de la Sociedad Española de Construcción Naval (SECN), gracias a la Ley de Escuadra de 1908.

CONSTRUCCIONES:

En tres etapas reseñaremos las realizaciones más importantes del Arsenal de La Carraca:

1730 a 1849

La primera: desde 1730 a 1849, con la construcción de treinta y siete (37) buques de vela (ocho navíos, veinte fragatas, una corbeta, tres urcas, cuatro bergantines y una goleta).

  • 1730 – 1740 el Arsenal de la Carraca entrega sus primeras unidades. La primera de ellas en 1730, el Hércules, un navío de línea de dos puentes y 66 cañones, construido en el astillero de Puntales y terminado en el Arsenal.

Además, el Arsenal construyó en este periodo otros 8 barcos, entre ellos en 1731 el navío El Real familia de 60 cañones, con el diseño Gaztañeta y cuatro bombardas como la Brontes, en 1736.

Bombarda Brontes – Rafael Monleón. Museo Naval Madrid

  • 1752 Navío África, advocación San José, de 74 cañones. El 20 de noviembre, se botó en el Arsenal de la Carraca su construcción nº 10. Construido según los planos del “sistema de Jorge Juan” por el británico Mateo Mullan fue el primer navío montado en la Carraca bajo esta forma constructiva, un método que sustituyó al denominado sistema Gaztañeta o de construcción “a la española”.
Navío África – Museo Naval de Madrid
  • 1754 Navío Firme, advocación San Cenón y navío Aquiles, ambos de 74 cañones.
  • 1757 Navío España, advocación Santiago la España, de 68 cañones
  • 1758 Navío Conquistador, de 74 cañones
  • 1761 Jabeque español tipo de los utilizados por Barceló
Rafael Monleón – Museo Naval Madrid

  • 1789 Corbetas Atrevida y Descubierta, construcciones nº 35 y 36 del astillero que fueron utilizadas por Alejandro Malaspina en su expedición científica de 1788
Corbeta AtrevidaRafael Monleón Museo Naval Madrid
  • 1791 Fragata Preciosa, advocación Divina Pastora, de 34 cañones de porte y lanzada al mar el 18 de enero 1791, fue la construcción nº 37 del astillero y la 14ª de este tipo de buque montada en el Arsenal.
Fragata Preciosa Rafael Monleón – Museo Naval Madrid
  • 1828 Bergantín Soberano
Bergantín Soberano Rafael Monleón – Museo Naval Madrid
  • 1847 Vapor de ruedas Lepanto. En 1847 se construye el primer buque a vapor construido en un arsenal del Estado. Con unas dimensiones de 54 metros de eslora, 9 de manga y 2,5 de calado, poseía una máquina inglesa Penn de 200 caballos.

1850 a 1900

Con la construcción de treinta y cinco (35) buques de vapor (siete cruceros, cinco fragatas, una corbeta, nueve goletas, cuatro vapores de ruedas, seis cañoneros, dos contratorpederos y un submarino).

  • 1856 Navío Reina doña Isabel II, de 84 cañones, último navío en servicio en la Armada española.
Navío Reina doña Isabel II
  • 1858 Fragata de hélice Concepción. Primera de la serie, era un barco de casco de madera, de 70 metros de eslora por 13 de manga y estaba dotada de una maquina Penn de 600 cv. que le permitía una velocidad de 12 nudos. Su dotación era de 500 hombres y su artillado lo componían 42 cañones de diferente calibre
Fragata de hélice Concepción
  • 1862 Fragata de hélice Villa de Madrid. Primera de la serie, era un barco de casco de madera, de 86,9 metros de eslora por 15,42 de manga y 7,4 m de calado. Desplazaba 4.478 toneladas y estaba dotada de 2 máquinas Penn & Son y 6 calderas de 800 CV nominales. que le permitía una velocidad de 15 nudos. Su dotación era de 617 hombres y su artillado: 30 cañones de 200 mm, 14 cañones de 160 mm,2 obuses de 150 mm y 2 cañones de 80 mm para desembarco.
Fragata de hélice Villa de Madrid
  • 1864 Goleta de hélice Ligera una embarcación de 45 metros de eslora por 7,20 de manga que montaba una máquina de 130 caballos nominales. Su dotación era de 125 hombres y su artillería estaba compuesta por dos piezas lisas de 68 libras y una rayada de 16 cm.
Goleta de hélice Ligera
  • 1888 Submarino Isaac Peral. El 8 de septiembre de 1888 se lanzaba al mar el Submarino Peral, una embarcación de casco fusiforme de 22 metros de eslora por 2,87 de manga que iba tripulado por 12 hombres y cuyo armamento se centraba en un tubo lanzatorpedos a proa.
Submarino Isaac Peral

La propulsión del submarino era de dos motores eléctricos de 30 caballos cada uno que accionaban dos hélices, la inmersión se conseguía gracias otras dos hélices de eje vertical movidas por otros dos motores eléctricos de 4 caballos cada uno.

Desde 1900

La tercera desde 1900 hasta el momento actual, en que la Empresa Nacional Bazán lleva construidos más de doscientos (200) buques de guerra y mercantes nacionales y extranjeros. De entre los de la Armada española destacamos:

  • 1973 Clase Malaspina

2 Hidrográficos, de 1.090 toneladas. Eslora 52,7 m. Manga 11,7 m. Calado 3,4 m. Velocidad máxima de 15 nudos. 62 tripulantes.

  • 1980 Clase Anaga

3 Patrulleros de 319 toneladas a plena carga. Eslora 44,4 m. Manga 6,6 m. Calado 2,2 m. Velocidad máxima de 15,5 nudos. 27 tripulantes.

  • 2008 A15 Cantabria

Aprovisionamiento de combate de 19.550 toneladas a plena carga. Eslora 173,9 m. Manga 23 m. Calado 8 m. Con velocidad máxima de 21,3 nudos. 122 tripulantes.

  • 2017 Clase Meteoro

6 Buques de Acción Marítima de 2.840 toneladas a plena carga. Eslora 93,9 m. Manga 14,2 m. Calado 4,2 m. Velocidad máxima de 20,5 nudos. 45 tripulantes.

Bibliografía utilizada:

  1. Armada Española.
  2. uca-cadiz-300-annos-de-mar-paneles-navantia
  3. Jorge Juan y los Arsenales (3). Intervención de Jorge Juan en la Carraca – I. Construcción del arsenal
  4. Arsenales y construcción naval en el siglo de la Ilustración. XXVI Jornadas de Historia Marítima.
  5. Un trozo de historia de la Construcción Naval Española (1.868 – 1.918) (2ª parte). José María Sánchez Carrión. Ingeniero Naval.
  6. Jorge Juan y la Construccion Naval española en el siglo XVIII.pdf. Víctor San Juan.
  7. La carpintería y la Industria Naval en el siglo XVIII. Gaspar de Aranda y Antón.
  8. http://www.wikipedia.com

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