Los llamados Hermanos Nodal fueron unos navegantes y exploradores españoles naturales de Pontevedra, que vivieron entre los siglos XVI y XVII, llamados Gonzalo García de Nodal y Bartolomé García de Nodal. Fueron enviados por el rey Felipe III a reconocer el estrecho de Magallanes y el nuevo estrecho descubierto por la expedición de Jacob Le Maire y Willem Schouten en los años 1618 a 1619.

El 10 de febrero de 1619 descubrieron en el sudeste del cabo de Hornos las islas Diego Ramírez.

Plano del Reconocimiento de los estrechos de Magallanes y San Vicente, grabado calcográfico entre páginas 34 y 35 de la Relación del viaje que por orden de su Magd y acuerdo del real Consejo de Indias hizieron los capitanes Bartolome Garcia de Nodal y Gonçalo de Nodal… al descubrimiento del Estrecho nuebo de s. Vicente y reconosimieo del de Magallanes…, obra de Bartolomé García de Nodal editada en Madrid por Fernando Correa Montenegro, 1621. Biblioteca Nacional de España.
Realizaron estudios hidrográficos y cartográficos muy precisos sobre todo en la zona del estrecho de Le Maire que ellos renombraron como de San Vicente. Calcularon la posición del Cabo de Hornos con mucha más precisión de la que había obtenido Schouten.
También recogieron muestras botánicas y animales para su estudio por expertos en España e incluso estudiaron las costumbres, armas y utensilios de las poblaciones indígenas que encontraron.

En el año 1619 avistaban las pequeñas islas de Diego Ramírez, bautizadas así en honor a su piloto.
Si obviamos la expedición de Gabriel de Castilla, que no es reconocida unánimemente,
estas islas fueron un nuevo récord en la carrera hacia al sur que había iniciado Magallanes en 1521 y que todavía iba a tardar en culminarse casi 300 años.
Los datos obtenidos por los hermanos Nodal no ofrecen ninguna duda: las anotaciones que realizaron en sus diarios fueron de una precisión intachable. Perfectamente documentadas y sin permitirse ni una sola línea para la anécdota fácil o sucesos que no aportaran nada al conocimiento. Incluso están contrastadas por los cuadernos que llevaba el también meticuloso piloto Diego Ramírez.

El descubrimientos fue de gran importancia, baste decir que el navegante que logró encontrar otras tierras de forma reconocida más al sur de la latitud alcanzada por ellos, fue nada menos que otro de los grandes exploradores de la historia: James Cook. Pero tuvieron que pasar 156 años.
LAS CARABELAS
Para el mejor logro de su cometido se facultó a los capitanes Nodal la elección de tipo nave y lugar de su construcción. Decidiéronse ellos por dos carabelas gemelas que se construyeron en Lisboa, entonces bajo la corona de España con la mejor tecnología naval ibérica del momento. Así se botaron la capitana, Nuestra Señora de Atocha, al mando de Bartolomé, y la almiranta, Nuestra Señora del Buen Suceso, al de su hermano, Gonzalo. De 80 toneladas cada una de ambas naves de dimensiones:
Eslora ………… 18,41 m
Manga………… 6,13
Puntal ………… 3,62 m.
Quilla ………… 13,81 m
Arbolaban cuatro mástiles y bauprés. El palo trinquete llevaba vergas de trinquete y velacho mientras, el mayor, mesana y contra-mesana, usan velas latinas. Tanto la superficie de velamen, grande en relación a su escaso desplazamiento, como el tipo predominante del mismo y lo afinado de los pantoques y líneas de agua, le dan el aspecto de veloces que es fama resultaron luego
Armamento: 4 cañones de 10 a 12 quintales de peso además de cuatro falconetes y para ambas carabelas: 20 quintales de pólvora, 7 quintales de cuerda, 36 arcabuces, 24 mosquetes, 24 picas y 24 chuzos.
