1505 MAZALQUIVIR

Tras la conquista de Granada y una vez dominada la sublevación de los moriscos de las Alpujarras, se establece una flota fija de 33 naves, cuyo núcleo son dos naos gruesas y dos galeras, siendo el resto naves ligeras (fustas y bergantines) para la guarda de la costa española. Entre los conversos había espías de los corsarios berberiscos asentados en diferentes plazas de la costa norteafricana que asolaban las costas españolas.

Una de sus acciones más cruentas fue en 1503 el asalto con 17 fustas a Cullera de donde se llevaron 150 cautivos.

Fusta. Libro de Jan Huygen van Linschoten

El Cardenal Cisneros era partidario, como lo había sido Alfonso X el Sabio, de conquistar la costa norteafricana, para así impedir los ataques piratas a las costas españolas. El Papa, en 1.494, había reconocido a Portugal el derecho de conquista del reino de Fez, habiendo quedado para España el de Tlemecén.

Una vez finalizada la campaña de Italia, el Cardenal Cisneros insiste en la necesidad de ocupar los puertos de Berbería, y, para evitar objeciones de Fernando el Católico, se ofrece a anticipar los gastos de la expedición.

En la toma de Mazalquivir intervino una flota de grandes dimensiones aunque no todos los barcos mencionados en las cuentas participaron en aquel momento sino que algunos lo hicieron durante los meses siguientes, especialmente en tareas de avituallamiento, transporte de tropas o vigilancia.

Carabela siglo XV-XVI

De todos modos, en el desembarco del diez de septiembre estuvieron presentes 39 fustas y 2 galeras, al menos 1 galeota, las 12 carabelas y los 44 navíos no especificados que enviaron nobles y 10 naos y carabelas contratadas por la corona, 3 tafurcas (embarcaciones chatas sin quilla, usadas para llevar caballos) y 15 barcos y barcas. Son, en total, en torno a 120 unidades: 42 barcos de remo, unas 60 carabelas y cuatro o cinco naos, 3 tafurcas y 15 barcos y barcas, tripuladas en conjunto por unos 3.400 hombres, de los que alguna parte serían también combatientes en tierra.

Resumen de fuerzas en la toma de Mazalquivir

Las fustas llevaron el peso principal en la operación de desembarco por su capacidad de aproximación a tierra, aunque no pudieran llegar a la misma línea de playa y el primer cuerpo de infantes hubo de utilizar barcas o nadar y vadear en los ocho a diez metros finales. En las fustas venían embarcadas, o a ellas pasaron en las horas previas al desembarco, las capitanías de infantería de ordenanza y algunas de las tropas de tierra enviadas por los municipios, mientras que las demás permanecerían en carabelas y naos (que eran “barcos mancos”, de modo que no tenían capacidad para maniobrar hasta llegar a la playa) y desembarcarían algo más tarde, al igual que la artillería y la caballería, a la que hemos de suponer embarcada en las tafurcas.

Las tropas de tierra estaban formadas, en total, por cerca de 5.000 combatientes: algo más de 300 de caballo (50 hombres de armasde caballería pesada), 1.380 hombres de capitanías reales de la infantería de ordenanza, o bien organizados según este procedimiento, y otros 3.273 peones “sueltos” procedentes de los repartimientos municipales, entre los que había un claro predominio de los ballesteros (1.178) y lanceros (1.104) aunque el número de espingarderos era elevado (563) y también apreciable el de los “hombres del campo”, además de que los picapedreros y azadoneros venían armados. El sueldo de la mayor parte de barcos y tropas comenzó a contar desde el 24 de agosto, cuando ya estaban concentrados y a punto en Málaga. El mando en la mar lo ostenta el catalán Ramón de Cardona y el de tierra el castellano Diego Fernández de Córdoba siendo Mazalquivir el objetivo de la expedición.

Ramón Folc de Cardona-Anglesola

Mazalquivir era una rada abierta a los vientos del suroeste, refugio de corsarios. El puerto estaba protegido por un castillo fuerte y bien artillado y ya había sido atacado sin éxito por tropas portuguesas en 1496 y 1501.

La armada salió de Málaga el 20 de agosto de 1.505, pero vientos contrarios hicieron que volviera a puerto. Volvió a intentar la salida el 3 de septiembre, pero por la misma razón se vio obligada a recalar en Almería. Finalmente el 9 de septiembre se hizo a la mar, llegando el 11 a la vista de la costa de Mazalquivir.

Ubicación fortaleza Mazalquivir

Los berberiscos, avisados de la salida e intenciones de la escuadra por sus espías de Málaga, habían concentrado muchas fuerzas en las inmediaciones de Mazalquivir, pero, ante el retraso de la flota, creyeron que se dirigía a otro destino y se dispersaron.

EL ATAQUE:

Mientras tres naos gruesas de los vascos Juan de Lezcano o Lazcano y Flores de Marquina que habían reforzado sus costados con sacos de lana se acercan lo máximo posible al castillo y lo someten a un intenso bombardeo, atrayendo sobre si el fuego de artillería. Primero desembarcó bajo una lluvia torrencial un escuadrón de 180 infantes de las capitanías de Ochoa de Asúa y Alonso de la Mar, que resistieron, en formación cerrada, los ataques de unos 1.500 peones musulmanes hasta ser auxiliados por gente de las dos galeras, por las capitanías de Ruy Díaz Cerón y Lope Sánchez de Valenzuela, y por alguna “gente suelta” de peones. Cuando llegó la noche, la infantería de ordenanza protagonizó también la toma de “la sierra alta que está sobre la fortaleza” y se atrincheró en las mismas.

Al día siguiente, 12 de septiembre, los moros atacaron con su caballería las posiciones españolas que, gracias a la previsión de atrincherarse, resistieron el ataque. Los defensores del castillo propusieron una tregua hasta el día 13, comprometiéndose a rendir la plaza si no recibieran auxilio del rey de Tlemecén. La tregua fue aceptada, y al no haber aparecido ninguna tropa mora el 13 de septiembre, salieron los sitiados con sus familias y posesiones, ocupando los españoles el castillo. Una vez que han tomado posiciones en el castillo, ven los españoles una gran tropa mora que venía en auxilio de la plaza, y que, al verla ya perdida, se dirige a Orán.

Quedó en Mazalquivir una guarnición de 500 infantes y 100 caballos, y el 24 de septiembre, la flota regresó a Málaga.

Pero como se preveía, las poblaciones colindantes no dejan de asediar a la guarnición desembarcada y les privan de agua y leña. Nuevamente es la Armada, al mando de un aragonés pero con barcos de la castellana Córdoba en esta ocasión, quien provee a los conquistadores de lo necesario para subsistir.

Bibliografía consultada:

  1. La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles. Julio de 1505 – Junio de 1506. Miguel Ángel Ladero Quesada.
  2. Revista General de Marina
  3. Historia Marítima Española. Francisco Javier Oubiña Oubiña.
  4. Enciclopedia General del Mar.
  5. Wikipedia. https://es.wikipedia.org.
  6. https://www.pinterest.es
  7. http://armada.mde.es/ArmadaPortal/page/Portal/ArmadaEspannola/conocenos_historia.
  8. http://www.grandesbatallas.es
  9. Diversos foros como:
  10. foro.todoavante.es
  11. foro.todoababor.es
  12. https://foronaval.com
  13. https://blogcatedranaval.com
  14. spanishnavalhistory.blogspot.com
  15. https://vadebarcos.net
  16. mapasilustrados.com
  17. hispanismo.org
  18. navalaction.com

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