
Siglo VIII
Las atarazanas de la ciudad existían con anterioridad al siglo X. Probablemente habían sido construidas por los romanos o los bizantinos. La primera noticia que poseemos de estos arsenales está recogida por Ibn al-Qutiyya (siglo X) al relatar el desembarco de los sirios en el año 742. Refiere este historiador que cuando los sirios, que estaban sitiados en Ceuta, solicitaron la ayuda del gobernador de España, Abd al-Malik ben Qatán, y ante la negativa de éste, construyeron unos cárabos y se apoderaron de los barcos mercantes que allí se hallaban; metieron en ellos hombres y los condujeron a la Atarazana de Algeciras.


Siglo X
El historiador Ibn Hayyán refiere que al-Yazira al-Jadrá (Algeciras) se convirtió en base de la escuadra que Abderrahmán III había mandado reunir para operar en el Estrecho, sin hacer mención a ninguna construcción relacionada con el mantenimiento de las embarcaciones de guerra. Al-Himyarí asegura que en Algeciras había un astillero para la construcción naval que fue edificado para las flotas por Abd al-Rahmán III. Escribe que “lo hizo construir sólidamente y rodear de muros elevados”. Según Ibn Jaldún, en el año 915 Abderrahmán III en persona se presentó en Algeciras para pasar revista a los nuevos barcos construidos.
Siglo XI
Los hammudíes, al establecer el reino taifa de Algeciras, transformaron las atarazanas en su alcázar, según relatan las fuentes árabes. Unos lustros antes, en el 1011, cuando los beréberes saquearon Algeciras, según Ben ‘Idarí, estos juntaron a los prisioneros en el arsenal (dar al-sina‘a) y, luego, los dejaron libres. De nuevo es mencionado el arsenal algecireño en las “memorias” de ‘Abd Alláh, rey zirí de Granada que refiere que cuando desembarcaron los almorávides en Algeciras en el año 1086 lo hicieron en las atarazanas.
Siglo XII
El arsenal continuaba en uso de acuerdo con el testimonio del ceutí al-Idrisí que hace referencia explícita a las atarazanas cuando dice que “(Algeciras) tiene tres puertas y un arsenal situado en el interior de la villa… Es un lugar donde se construyen navíos.” En 1285 el sultán meriní Abu Yusuf Ya‘qub, ante el temor de que los castellanos pudieran cortar las comunicaciones entre sus posesiones de ambas orillas del Estrecho, mandó construir barcos en las atarazanas de los puertos que estaban bajo su soberanía en al-Andalus y el Magreb, entre ellos el de Algeciras.

Siglo XIV
Una vez al-Yazira al-Jadrá en poder de los castellanos, en:
1344. Las atarazanas continuaron en funcionamiento, pues vemos que el concejo de la ciudad estaba obligado a mantener en sus arsenales y a sus expensas dos galeras para la flota del rey de Castilla.
1360 Era alcaide de las atarazanas un caballero llamado Martín Yáñez. Cinco años más tarde estaba a cargo de los arsenales algecireños un tal Ruy García. Tras la reconquista de la ciudad por los musulmanes.
1369.Reconquistada la ciudad es posible que las atarazanas volvieran a ser utilizadas por los nazaríes como base para su escuadra. Lo cierto es que el viejo edificio sería destruido con el resto de la ciudad por Muhammad V.
1379. El canal de acceso al arsenal cegado en opinión de Ortiz de Zúñiga. Si damos por cierta la existencia en los primeros siglos andalusíes de un estuario o zona inundable que ocupaba una parte del curso bajo del río de la Miel, las atarazanas que edificara o más probablemente el puerto interior fortificado, se hallaría situado entre la calle conocida como Ojo del Muelle y el extremo meridional de la actual Plaza del Mercado, siendo el vano que dio nombre a la vía.

Este arco apuntado, que popularmente era conocido como el Ojo del Muelle por la forma que tenía una vez colmatado el vano con los aterramientos procedentes del mar, se conservó hasta el año 1918 cuando fue demolido para ampliar la calle que se iniciaba en él. Sus dimensiones eran de, aproximadamente, 6,5 o 7 metros de anchura por 9 o 10 de altura. Si prolongamos las jambas del Ojo del Muelle, en alguna de las fotografías conservadas de principios del siglo XX que muestran la intensa colmatación sufrida por el vano debido a los aportes de arenas marinas, se podrá comprobar que el mar penetraba en el interior de la puerta permitiendo el acceso de las embarcaciones hasta el puerto interior. Un vano de tan enormes dimensiones abierto directamente al mar no podía tener otra función que servir de ingreso a los navíos.
Siglo XVIII
Se conservan las atarazanas, aunque se desconoce el uso.

Siglo XIX


No se aaprecia ningún vestigio de las antiguas atarazanas.
Bibliografía:
- LAS ATARAZANAS MUSULMANAS DE ALGECIRAS (SIGLOS X-XIV). Antonio Torremocha Silva.
- LAS ATARAZANAS ANDALUSÍES. FUNCIONES Y CARACTERÍSTICAS DENTRO DE LA RED PORTUARIA DE AL-ÁNDALUS Claudio Navarro
Un comentario en “ATARAZANAS ALGECIRAS”