VIAJE A LA PATAGONIA DE LA FRAGATA SAN ANTONIO

El advenimiento de la dinastía borbónica en España en el siglo XVIII y las transformaciones que tuvieron lugar en el terreno de las relaciones internacionales, conllevaron modificaciones de la política colonial española en la región del Río de La Plata. En este contexto, la revaluación de la ruta del cabo de Hornos y las amenazas extranjeras contra el territorio de Patagonia (potenciales si no efectivas), alentaron los viajes de exploración y las expediciones militares a los territorios meridionales. El viaje de la fragata española San Antonio a las costas meridionales de Patagonia en 1745-1746 fue resultado de ese nuevo interés.

El gobernador y capitán general de las provincias del Rio de la Plata, José de Andonaegui y Zaldua,

José de Andonaegui y Zaldua

encargó al padre jesuita de las reducciones jesuíticas pamperas José Quiroga Méndez el reconocimiento de la costa patagónica, misión que llevó a cabo con los también jesuitas Matías Strobel y José Cardiel.

El 5 de diciembre de 1745, salió de Montevideo la fragata española San Antonio, de 150 toneladas y 8 cañones, mandada por el alférez de navío Joaquín de Olivares y Centeno, con los pilotos Diego Tomás Andía y Varela y Basilio, los tres jesuitas y un destacamento militar formado por el alférez Salvador Martín del Olmo, un sargento, un cabo y 25 soldados destinados a la protección de la futura reducción que los jesuitas tenían propósito de fundar en la Patagonia.

La dirección de la expedición la ejercía el padre Quiroga (había sido marino antes de ingresar en la compañía de Jesús, experto cartógrafo, matemático y astrónomo) y tenía por misión recorrer la costa patagónica para localizar lugares aptos para establecer nuevos asentamientos que pudieran servir como presidios de vigilancia, puertos de reabastecimiento en la derrota hacia el Cabo de Hornos y misiones para la evangelización de los nativos, además de buscar indicios de la presencia de extranjeros en la zona.

La expedición duró tres meses y alcanzaron al cabo Blanco (actual cabo de Tres Puntas), el Puerto Deseado, la bahía de San Julián y el río Gallegos (51º 28´ S). No encontraron ni un solo indígena a pesar de los esfuerzos de los misioneros. El día 20 de febrero, ante la sospecha de nativos en las proximidades, el padre Quiroga organizo una batida con treinta y dos voluntarios que duró cuatro días sin encontrar ningún nativo, aunque encontraron una tumba india en San Julián, cuya descripción podemos encontrar en los diarios de los viajeros.

Tampoco encontraron lugar adecuado para establecer un asentamiento, regresando a Buenos Aires del día 4 de abril de 1746.

Bibliografía:

  1. Wikipedia. https://es.wikipedia.org.
  2. foro.todoavante.es
  3. http://armada.mde.es/
  4. https://dialnet.unirioja.es/

Deja un comentario